Querían sabor, sí. Pero también sofisticación.
Querían colores vibrantes, pero con diseño.
Querían tradición, pero sin disfraz.
Ahí es donde entra en escena el Estudio Jorge Campos, maestros del interiorismo con visión gastronómica, y la interiorista Rocío Loring, que ha sabido aportar su mirada única al proyecto.
Ellos no decoran: narran historias con texturas, materiales y atmósferas.
En este proyecto se han superado: han mezclado tradición mexicana, elegancia contemporánea y una calidez que solo se logra cuando se trabaja con cabeza, corazón y mucho oficio.
¿Y qué pasa cuando un estudio así confía en nosotros para crear toda la iluminación a medida? Pues que la magia se enciende. Literalmente.
Imagina una barra vertical de latón cepillado, elegante como un tequila reposado, con dos esferas blancas opal a los extremos.
Luz suave, indirecta, envolvente.
Perfectas para los pasillos y las zonas de comedor.
No molestan. No gritan. Susurran “qué bien se está aquí”.
La iluminación de los cuadros también es cosa nuestra.
Los iluminacuadros Amarilis son una de nuestras piezas más icónicas, y aquí juegan un papel clave.
¿La misión? Darle protagonismo a las imágenes sin robarles el show.
Proyectan una luz cálida, sutil, y los comensales se quedan embobados.
La combinación de cristal y latón siempre va a ser un sí para nosotros.
En este caso para el comedor se diseñaron dos tipos de lámparas.
Es tan impresionante que algunos clientes creen que están en un museo de arte (y oye, no les vamos a quitar la ilusión).
Hoy, La Única no es solo un restaurante.
Es brunch al sol frente al Retiro, cenas con mariachis y tequila que corre como el agua, y un interiorismo que te susurra al oído: «quédate un rato más…»
Y sí, nuestras lámparas están ahí.
¿Tienes un restaurante, un hotel o un rincón especial que pide a gritos su propia luz?
Nosotros no hacemos lámparas. Creamos atmósferas. Contamos historias. Y fabricamos objetos que enamoran.
👉 Escríbenos y cuéntanos tu proyecto.